Paciente: IRENE
Diagnóstico: padece SOCIOPATÍA SILENCIOSA
Síntomas: Esta paciente presenta una alteración de la personalidad que hace de sus inquietudes, sus estudios, su tiempo libre una continua y permanente aportación social.
La variedad “silenciosa” se concreta en una capacidad para escuchar a los demás sin apenas interrumpir, pero que deja sin palabras a sus interlocutores cuando es ella la que habla.
Al mismo tiempo, su labor la desarrolla sin dar tres cuartos al pregonero, por pura convicción moral. Por eso, es responsable de ser un mal ejemplo para los jóvenes apáticos, desmotivados, indolentes y faltos de inquietudes en la vida, pues les transmite esa esperanza de que el mundo puede ser mejor si se lucha por ello.
Para colmo, su mal viene a ser más grave al formar parte de la cepa “15-M”, especialmente activa en las últimas semanas, y cuya aparición no puede atribuirse a los pepinos, sino a la indignación sensata y pacífica.
Tratamiento: Lo peor de este caso es que no hay remedio para alguien así. Pronosticamos para la paciente una vida activa, solidaria y feliz. No hay pastillas que puedan curarla.
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