EXAMEN DE AMOR SOÑADO

El primer amor tiene la costumbre de nacer en plenos exámanes, se aparece entre los apuntes, al abrir los libros, al buscar en el mapa. Se cuela en los sueños y altera el apetito. En fin, es delicioso. 

La raíz cuadrada de nueve
traza su cornisa hasta tu nombre,
se esmera al dibujar tus curvas,
también las soñadas,
y al calor de tu piel
los números se derriten.

Todo cuerpo sumergido en líquido,
o en un sueño inconfesable,
o en un mar de suspiros,
experimenta el empuje del deseo,
manojos de anhelos en flor
junto a tu ventana.

El área de un triángulo escaleno,
es mi secreta morada,
inalcanzable destino
al que solo doy rodeos,
entre el cuadrado de tus catetos
y el aleteo de tus pestañas.

Ataulfo, Sigerico, Recaredo,
y en mis sueños reinas tú,
coronada de tenue luna.
Chindasvinto, Recesvinto, Wamba,
todos los nombres me llevan a ti,
polizón de mis pasiones.

Francia, capital, París,
no hay mundo suficiente
para olvidar tu mirada,
para no soñar tus besos,
Irlanda, capital, Dublín,
ni aguas que los ahoguen.

Yo, tú, nosotros, sobran ellos,
sin más tiempos verbales,
conjuguemos el presente,
del futuro haremos versos,
del pasado, astillas para el frío,
de mis notas, ¿a quién le importan?

Juan, febrero de 2013.